Viajar es un coñazo.
Y también es uno de los mejores placeres que quedan.
Supongo que depende de muchas cosas.
Supongo que en el fondo importa una mierda a donde vayas. Sino con quien vayas, aunque reconozco que me desenvuelvo bien solo. Y si eres un coñazo el viaje será un coñazo.
Viajar es olvidar. Es volver a empezar. Es huir hacia el único sitio donde merece la pena huir.
Viajar es callejear. Perderte. Rescatar momentos que serán recuerdos. Que serán boyas a las que aferrarte cuando el resto sea gris y los silencios reproches.
Y a la final, solo quedan los besos que dimos.
Una ciudad un día.
O todo o nada.
Ni agencias ni monedas ni fuentes ni fotos.
Tomar una foto no es guardar un momento. Es perderlo.
Quiero viajar, recorrer, caminar ... Ha llegado el momento, necesito una resaca de novedad.
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